La astrología de la biografía

Los otros

El médico neurólogo creador del psicoanálisis, Sigmund Freud, tenía en su carta natal, al igual que el psiquiatra Carl Jung y el psicoterapeuta Viktor Frankl, el Sol, que simboliza la identidad personal, en la casa siete, que representa el ámbito relacionado con los otros significativos.

Al igual que en la carta de Carl Jung, el Sol de Freud comparte la casa siete con Urano, el planeta asociado al arquetipo o motivación que significa la visión de progreso, la innovación intelectual, el avance del pionero, la independencia de espíritu, la originalidad creativa, la lucha por la reforma y la autonomía que otorga la iluminación.

El énfasis en la casa siete, asociada a restablecer el balance con los otros, es aún mayor por la presencia de Mercurio, el mensajero, que viajaba desde las alturas del Olimpo hasta el mundo subterráneo, y se asocia a la percepción, la creación de los sistemas de interpretación, el lenguaje y la comunicación.
Mercurio, que inventa las herramientas de las que dispondrá el Sol para desarrollarse a través de la vida, está en conjunción a Urano, agregando énfasis en el pensamiento inventivo, la intuición, el interés en la ciencia, la astucia así como las percepciones repentinas.

Cuerpo, mente y salud

El Ascendente, o el color con el que Freud veía el entorno, está coloreado por el signo de Escorpio, es decir que su mirada como la de unos rayos equis, estaba motivada por aquello no evidente que opera por debajo de la superficie.

El planeta que rige el Ascendente, que representa el camino de Freud para cumplir su destino, es Plutón, que la astrología psicológica y la cosmología arquetípica asocian al instinto de supervivencia de la especie, que se emplaza en la casa seis, que simboliza la integridad de la vida cotidiana que conlleva la unidad de cuerpo y mente para tener salud.

Venus, o Eros, esta en conjunción a Plutón e indica que el mayor valor de Freud estaba asociado a los significados de la casa seis, es decir, la integración de los aspectos de la personalidad que están bloqueados, escondidos, frustrados o no utilizados, para promover el funcionamiento  eficiente de cada.

El intelectual que desarrollo la idea de Eros, el principio del placer, y tánatos, el instinto de vida y muerte, tiene en su carta natal los planetas asociados a estos principios, Venus y Plutón, en conjunción, con el segundo intensificando fuertemente al primero, nada menos que en el ámbito físico asociado a la psiquis y la restauración de la salud.

El diálogo que cura

En la carta del creador del dialogo que sana, Quirón, el arquetipo que se asocia al curar las heridas, se ubica en la casa tres, que significa el entendimiento, la comunicación, la palabra y la experiencia necesaria para contrastar, aprender y desarrollar las ideas prácticas. 

Quirón está en trino con Mercurio, agregando una capa de significado al símbolo del alquimista, aquel que con las herramientas apropiadas utiliza las palabras para conectar ámbitos que no lo están y conoce los secretos para transmutar la materia para que recupere la integridad que siempre tuvo, pero que quedo solapada.

Las emociones profundas

Saturno, el planeta asociado al pilar que estructura la vida en el sentido practico y vocacional, se ubica en la casa ocho, que denota la sustancia compartida emocionalmente que nos transforma, desde las pasiones, pasando por la sexualidad hasta las emociones más primitivas asociadas a la supervivencia.

Una cruzada humanitaria

Con Marte, el arquetipo que representa las cruzadas personales, en la casa once que representa el ámbito de la vida asociado a la visión de progreso colectivo de la humanidad, Freud tuvo la motivación para batallar contra sus críticos por una causa mayor.

A pesar de que en 1933 los nazis quemaron públicamente varios de sus libros, Freud logro su cruzada, ya que sus ideas son hoy parte del vocabulario de la cultura popular a través de conceptos como: el inconsciente, el análisis de los sueños, la libido, los impulsos instintivos, los símbolo fálicos, la retención anal y el complejo de Edipo. Otras de sus ideas son: la represión, la neurosis, el ego, los deslices de la lengua, la proyección, la transferencia, la asociación libre, los mecanismos de defensa y el principio del placer.

El inconsciente y el consciente

¿Qué más podría haber hecho Freud con todas estas motivaciones representadas por los arquetipos en un mapa de su psiquis que abarca aquello consciente e inconsciente? La libertad de elección fue de él, quien escribió, “donde hay inconsciente habrá ego”, para combinarlas magistralmente en su trabajo como psicoanalista.

Su colega, el psiquiatra y pionero de la astrología psicológica, Carl Jung, afirmó sobre el libre albedrío que: “Uno debe hacer contento y libremente aquello que uno debe hacer” y en otra oportunidad agregó que “el privilegio de una vida es el convertirse en quien eres verdaderamente”.